Por la tarde, partido de futbito. Las viejas glorias de la cuadrilla estuvimos a la altura, lo dimos todo, y perdimos 4-1, que era mucho mejor de lo esperado. Nos falló un poco la compenetración, la técnica y la verticalidad, pero esas son cosillas que se van cogiendo entrenando. A ver si las Navidades que viene hay otra pachanga y lo hacemos todavía mejor. A pesar de todo, algún destello de calidad quedó: caños de Iñigo y Chimi y bicicletas de David.
Por la noche cena de Navidad. En el restaurante estuvimos rodeados de mesas bastante interesantes pero desgraciadamente no hubo ninguna aproximación. En la cena nada reseñable, Alfredo sólo contó 2 chistes (abstenerse chavalas muy finas):
1. Va uno a una droguería y dice, 'me da un bote de detergente?', dice el tendero: 'Ultra?', dice el tío: 'Tendero, cabrón, un bote de colón!!!!'
2. Va una parejita y el tío dice: 'Sabes que han sacado unos condones nuevos de sabores?'. Dice ella: 'Qué guay, vamos a probarlos'. Total que se ponen a la faena y dice ella: 'Ummm, qué bueno, palomitas al Roquefort'. Dice él: 'Esperaaaaa, que todavía no me lo he puestooooo!!!!'
Después de aquello unos cuantos bares y muchas risas. Tuvimos hasta demostración de diversos bailes: El egipcio (Jorge), el péndulo (Jorge) y el boxeador (Chimi). A cada cual más patético, pero vaya, suficiente para hacer el gilipollas a gusto y reirse un rato.
